Congeladas a muy bajas temperaturas, y protegidas por un agente especial, pueden conservarse por muchos años, pudiendo ser utilizadas en el momento en que se necesiten.
Cada laboratorio deberá realizar estudios pilotos que garanticen al usuario del servicio, que ha sido adecuadamente protocolizado, de acuerdo a estándares internacionales, y que una vez descongelado el producto, permita su uso terapéutico.
La preservación de células madre, cualquiera sea su fuente de obtención es un procedimiento relativamente nuevo, que ha permitido y sigue permitiendo controlar año tras año, la viabilidad del producto almacenado, pudiendo afirmarse a la fecha que estas permanecen viables por más de 15 años, presuponiéndose que habiéndose detenido los procesos metabólicos de ellas, estas podrían durar indefinidamente.